Palabras
con cicatrices
Mensajes
nacidos del dolor y la esperanza
Amós, el indignado que
exigió justicia
“Si
el león ruge, todo el mundo tiembla de miedo.Si
nuestro Dios habla, todo profeta tiene que hablar.” Amós 3.8 TLA
Amós, un outsider
del sistema religioso
Amós
respondió a Amasías: —Yo no soy profeta ni hijo de
profeta, sino que soy pastor y cultivo higos silvestres. Pero el Señor me sacó
de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”. Amós
7.14-15 NVI
Estas
son las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa.
Es la visión que recibió acerca de Israel dos años antes del terremoto, cuando
Uzías era rey de Judá y Jeroboán, hijo de Joás, era rey de Israel. Amós 1.1
NVI
El dolor frente a la injusticia
Así
dice el Señor: «Los de Israel han cometido tantas maldades que no dejaré de
castigarlos; pues venden al inocente por dinero y al pobre por un par de
sandalias. Oprimen y humillan a los pobres, y se niegan a hacer justicia a los
humildes. Amós 2.6-7 DHH
Palabras que mueven estanterías
Escúchenme,
ustedes, vacas gordas que viven en Samaria, ustedes, mujeres, que oprimen al
pobre y aplastan al necesitado y que les gritan siempre a sus esposos:
«¡Tráigannos otra bebida!». El Señor Soberano ha jurado por su propia santidad:
«Llegará el día cuando ustedes serán llevadas con garfios enganchados en sus
narices. ¡Hasta la última de ustedes será arrastrada lejos como un pez al
anzuelo! Las sacarán por las ruinas de la muralla; serán expulsadas de sus
fortalezas», dice el Señor. Amós 4.1-3 NTV
«Odio
todos sus grandes alardes y pretensiones, la hipocresía de sus festivales
religiosos y asambleas solemnes. No aceptaré sus ofrendas quemadas ni sus
ofrendas de grano. Ni siquiera prestaré atención a sus ofrendas selectas de
paz. ¡Fuera de aquí con sus ruidosos himnos de alabanza! No escucharé la música
de sus arpas. En cambio, quiero ver una tremenda inundación de justicia y un
río inagotable de rectitud. Amós 5.21-24 NTV
Palabras que restauran vidas
»En aquel día restauraré la casa caída de David. Repararé sus
muros dañados. De las ruinas, la reedificaré y restauraré su gloria anterior.
Israel poseerá lo que quede de Edom y todas las naciones que he llamado a ser
mías». El Señor ha hablado y cumplirá estas cosas. «Llegará el día—dice el
Señor— en el que el grano y las uvas crecerán más rápido de lo que puedan ser
cosechados. Entonces los viñedos en las terrazas de las
colinas de Israel destilarán vino dulce! Traeré a mi pueblo Israel de su
cautiverio en tierras lejanas; reedificarán sus ciudades que están en ruinas y
nuevamente vivirán en ellas. Plantarán viñedos y huertos; comerán sus cosechas
y beberán su vino. Los plantaré firmemente allí en su propia tierra. Nunca más
serán desarraigados de la tierra que yo les di», dice el Señor tu Dios. Amós
9.11-15 NTV