Palabras
con cicatrices
Mensajes
nacidos del dolor y la esperanza
Hulda, la voz que nadie
esperaba
“Vayan,
consulten al Señor por mí, por el pueblo y por todo Judá acerca de las palabras
de este libro que se ha encontrado…” 2da Reyes 22.13 NBLA
La profetisa Hulda… perdón, ¿quién?
Jilquías y los demás comisionados del rey fueron a consultar a la
profetisa Hulda, que vivía en el barrio nuevo de
Jerusalén. Hulda
era la esposa de Salún,
el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y
nieto de Jarjás. 2da Crónicas 34.22 NVI
Josías
tenía ocho años cuando comenzó a reinar… Josías hizo lo que le agradaba al SEÑOR
y siguió el camino de su antepasado David… Después de reinar ocho años,
mientras todavía era un joven, empezó a seguir al Dios de su antepasado David.
En el año duodécimo de su reinado comenzó a purificar a Judá y a Jerusalén… En
el año 18 de su reinado, Josías, después de haber purificado el país y el
templo, mandó a Safán hijo de Asalías,
a Maseías, el alcalde de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, el secretario
real, a reparar el templo del SEÑOR su Dios… Cuando sacaban el dinero que había
sido llevado al templo del SEÑOR, el sacerdote Jilquías
encontró el libro de la ley del SEÑOR, dado por intermedio de Moisés. Jilquías le dijo al cronista Safán:
«Encontré el libro de la ley en el templo del SEÑOR», y se lo entregó. 2da Crónicas
34.1-15 PDT
El dolor en una voz invisible
…ella
les contestó: —Ésta es la respuesta del Señor, Dios de Israel: “Díganle a la
persona que los ha enviado a consultarme… 2da Crónicas 34.23 DHH
Palabras que encienden fuegos
Ella
les respondió: «Díganle al hombre que los envió que así dice el Señor, Dios de
Israel: “Voy a destruir esta ciudad y sus habitantes, tal como lo he dicho en
ese libro que has leído. Porque el pueblo de Judá me ha abandonado y ha adorado
a otros dioses, y ha hecho que mi ira arda contra este lugar, sin que se pueda
apagar. 2da Reyes 22.15-17 NBV
El
Señor, Dios de Israel, dice: “Díganle al hombre que los envió que el Señor sí
destruirá esta ciudad y a su pueblo; que todas las maldiciones escritas en el
libro se cumplirán, porque el pueblo lo ha abandonado para ir a adorar a dioses
paganos. Esto ha hecho que su ira se desate contra este lugar, y nada hará que
cambie de parecer. 2da Crónicas 34.23-26 NBV
Palabras que cauterizan heridas y encienden esperanza
»Vayan a ver al rey de Judá, quien los envió a buscar al Señor, y
díganle: “Esto dice el Señor, Dios de Israel, acerca del mensaje que acabas de
escuchar: ‘Estabas apenado y te humillaste ante el Señor al oír lo que yo
pronuncié contra esta ciudad y sus habitantes, que esta tierra sería maldita y
quedaría desolada. Rasgaste tu ropa en señal de desesperación y lloraste
delante de mí, arrepentido. Ciertamente te escuché, dice el Señor. Por eso, no
enviaré el desastre que he prometido hasta después de que hayas muerto y seas
enterrado en paz. Tú no llegarás a ver la calamidad que traeré sobre esta
ciudad’”». 2da Reyes 22.18-20 NTV