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Devocionales Diarios
Bajo la sombra de Dios
“Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él.” 1ra Reyes 17.21
Se podría decir, que a veces sentimos que toda nuestra vida transita por distintos paisajes. Algunos luminosos, alegres y calmos. Otros oscuros, fríos y tenebrosos. En la palabra de Dios encontramos claros ejemplos de ambos, pero particularmente la vida de Elías es un caso a destacar.
Un hombre que obedeció a Dios en cada paso, se encontró repentinamente con el paisaje más lúgubre. En su obediencia a Dios se encontró frente a la muerte del hijo de su hospedadora. Elías, obediente, caminó el sendero que Dios le había marcado, pero la desgracia, también, camino a su lado. Y para colmo, ¡fue culpado al respecto! ¿Alguna vez sentiste que tu obediencia te llevó a una situación compleja? ¿Qué haces cuando te golpea la tragedia? ¿Qué haces cuando viene la prueba?
La vida de Elías nos brinda un gran ejemplo de qué hacer. Llevó su problema a la soledad y a los pies del Señor. No se acobardó. No se dio prisa. No tuvo dudas ¿Porque habría de tenerlas cuando estaba a la sombra de Dios? El tomó al niño y en lo más recóndito de la intimidad imploró a Dios provisión una vez más, solo que esta vez no estaba pidiendo agua o pan, algo físicamente posible, está pidiendo la resurrección de un muerto.
Te desafío a que tengas el mismo coraje que Elías. Tomate un tiempo a solas con Dios, y enfrenta las pruebas que tengas por delante en intimidad con él, a la sombra de Dios; en oración. Verás que cuando estas de pie en la voluntad de Él, Dios no se conforma solo con hacer lo posible o increíble, sino que Él hará en tu vida aquello que también veías imposible.