Anónimos del Evangelio

La mujer samaritana

El área
"Jesús sabía que los fariseos se habían enterado de que él hacía y bautizaba más discípulos que Juan (aunque no era Jesús mismo quien los bautizaba sino sus discípulos). Así que se fue de Judea y volvió a Galilea. En el camino, tenía que pasar por Samaria… Allí estaba el pozo de Jacob; y Jesús cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía. Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua, y Jesús le dijo: -Por favor, dame un poco de agua para beber. - Él estaba solo en ese momento porque sus discípulos habían ido a la aldea a comprar algo para comer. La mujer se sorprendió, ya que lo judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces les dijo a Jesús: -Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana ¿Por qué me pide agua para beber?" - Juan 4:1-9
La mujer
“Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí y yo te daría agua viva. –Pero señor, usted no tiene ni una soga ni un balde –le dijo ella” - Juan 4:10-11
“Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás.“ - Juan 4:14
Por favor señor -le dijo la mujer- ¡Dame de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua. Jesús le dijo: ve y trae a tu esposo. –no tengo esposo- respondió la mujer. Es cierto –le dijo Jesús- No tienes esposo, porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad! Señor –dijo la mujer- seguro que usted es profeta.” - Juan 4:15-19
El Encuentro
“Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas. Entonces Jesús le dijo: ¡Yo soy el Mesías!" - Juan 4:25-26